Amor como principio divino que todo lo transforma, amor como valor de vida, amor como motor de cambio.
Todos somos uno, todos venimos del mismo lugar, somos seres espirituales que experimentan una vida en carne y hueso. Cada uno aquí tiene algo que hacer, tiene un propósito, una misión para sí mismo y para todos al mismo tiempo.
El juicio, el ataque, la defensa y la crítica para mi hoy son conceptos obsoletos.
Cada ser que llega a tu vida viene a mostrarte una parte de ti mismx, para que te experimentes y conozcas en tu totalidad. No hay nadie afuera.
Si vives el rechazo, la vida te está mostrando que aún hay partes de ti que rechazas, si vives el juicio, que hay partes de ti que se juzgan… así con todo. Y si nos preguntáramos en las situaciones incómodas que nos acontecen… ¿Qué tengo que aprender? ¿Para qué me pasa esto?
Experimentaríamos la existencia desde la neutralidad, sin posicionamientos, sin condena, sin ofensa, sin ataque… viviendo desde la responsabilidad sobre como elijo sentirme, sobre como elijo vibrar. Sin darle poder a nada ni a nadie sino reconociendo tu capacidad para transformar tu entorno a través de tu resonancia, de tu vibración.
Tenemos el poder de elegir el amor, tenemos el poder de transmutar un estado emocional denso a uno armónico. Conectar con el aquí y el ahora, con el tiempo no tiempo, no hay problema que prevalezca, ni conflicto que se agrande, solo presencia, solo existencia, escuchando la voz interior, la intuición.
No somos nuestros pensamientos, ni somos nuestras emociones. Siento que lo que viene ocurriendo en la humanidad hasta ahora es que la mente ha tomado el control sobre nuestra vida al creernos todo lo que nos dice. Siempre proyectada en un pasado y en un futuro que no existen. Aferrada a ideas que hay que proteger para darle un sentido a quienes somos, una identificación con unas creencias impuestas basadas en el miedo.
El miedo es lo contrario al amor, el miedo es de las vibraciones mas bajas que existen, junto a la culpa y la vergüenza. El miedo te paraliza condicionando tu vida, creando una realidad alejada de la armonía, alejada del placer, del gozo de estar simplemente vivos.
Si tú no eres tu mente… ¿Quién eres?… Si no eres tus emociones… ¿Quién eres?
Hay un espacio dentro de ti en el que absolutamente todo es posible, en el que amorosamente se observan las voces limitantes de la mente con una sonrisa, porque no hay identificación con la sabiduría que alberga el alma, no hay obstáculos ni frenos, solo consciencia pura y vibrante que sabe el camino correcto en cada momento.
Este espacio natural es amor, presencia, paz. Desde aquí unx se mantiene en una dulce espera accionando desde el corazón la vibración deseada, paciencia en movimiento.
Elijo el amor en todas sus formas, elijo creer que todo es posible y abro el corazón a las oportunidades infinitas de la vida para llegar hacia donde quiero llegar.
Creer es crear.
Creo en el amor como medicina.
Creo en el amor como camino
Con amor, Afree